miércoles, 26 de noviembre de 2014

El sexo es salud

A algunas personas les parecerá un mito pero lo cierto es que las personas sexualmente activas enferman poco gracias a que el sistema inmunológico se ve reforzado por los anticuerpos que se generan durante el acto. El cuerpo humano está de esta forma más protegido contra los virus, gérmenes, bacterias y cualquier otro intruso, y esto lo confirma una investigación reciente hecha por la Universidad de Wilkes en Pennsilvania (EEUU).

Esta investigación demuestra que las personas que mantienen relaciones sexuales de una manera más activa tienen más altos los niveles de ciertos anticuerpos en comparación con las personas que lo hacen con menos frecuencia. A lo largo de diversas investigaciones también se ha establecido una relación entre el sexo y la presión arterial baja: en concreto, mantener relaciones sexuales, reduce la presión arterial sistólica, el máximo valor de la tensión cuando el corazón se contrae.



En cuanto a las mujeres, las relaciones íntimas generan lubricación vaginal extra, un aumento del flujo sanguíneo y una mejora de la elasticidad. Tenemos que tener en cuenta que tener un suelo pélvico fuerte es importante para evitar la incontinencia urinaria, un problema que afecta a alrededor del 30% de las mujeres, por lo que en este caso, practicar sexo puede ser un entrenamiento muy eficaz para fortalecer los músculos de esta zona debido a que cuando las mujeres tienen un orgasmo se produce una contracción de los músculos del suelo pélvico. En los hombres, mantener relaciones sexuales reduce el riesgo de de desarrollar cáncer de próstata pues eyacular al menos 21 veces al mes protege contra el cáncer, por lo que la masturbación también es válida en este caso.


Mantener relaciones sexuales alivia el estrés de muchas maneras. Por un lado, estar cerca de la pareja relaja, reduce la ansiedad y por otro, mientras sucede la relación sexual liberamos un químico cerebral que acelera el centro del placer y se transmite desde cerebro. Además, el sexo aumenta la autoestima y la felicidad.


Se calcula que mientras se practica esta actividad, se queman unas 5 calorías por minuto, utilizamos varios músculos del cuerpo y aceleramos nuestro ritmo cardíaco, lo que nos hace estar más sanos.



Si se tiene algún dolor, practicar sexo es la mejor manera de olvidarlo ya que  según un estudio de la Universidad Estatal de Nueva Jersey (EEUU),  el orgasmo es capaz de bloquear el dolor puesto que hace que se libere una hormona que ayuda a elevar el umbral de dolor. El mismo estudio también resaltó que la estimulación vaginal sin orgasmo también bloqueaba en las mujeres el dolor de espalda, el menstrual, la artritis y el dolor de cabeza. Después de un orgasmo, se libera una hormona llamada prolactina, responsable de la somnolencia y la relajación. Es por este motivo por el que tras un encuentro sexual podemos quedarnos dormidos más rápidamente de lo normal. Las relaciones sexuales no solo aumentan nuestro ritmo cardíaco, sino que mantienen en equilibrio nuestros niveles de estrógeno y testosterona, lo que ayuda a evitar enfermedades como la osteoporosis.


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