A algunas personas les parecerá un mito pero lo cierto es que las personas sexualmente activas enferman poco gracias a que el
sistema
inmunológico se ve reforzado por los
anticuerpos que se generan durante el acto. El cuerpo humano está de esta forma más protegido contra los virus, gérmenes, bacterias y
cualquier otro intruso, y esto lo confirma una investigación reciente hecha por la
Universidad de Wilkes en
Pennsilvania (EEUU).
Esta investigación demuestra que las personas que mantienen relaciones sexuales de una manera más activa tienen más altos los niveles de ciertos
anticuerpos en comparación
con las personas que lo hacen con menos frecuencia.
A lo largo de diversas investigaciones también se ha establecido una relación entre el sexo y la
presión arterial baja: en concreto, mantener relaciones sexuales,
reduce la presión arterial sistólica, el
máximo
valor de la tensión cuando el corazón se contrae.
En cuanto a las mujeres, las relaciones íntimas generan
lubricación vaginal extra, un
aumento del flujo sanguíneo y una
mejora
de la elasticidad. Tenemos que tener en cuenta que tener un suelo pélvico fuerte es importante para evitar la
incontinencia
urinaria, un problema que afecta a alrededor del 30% de las mujeres, por lo que en este caso, practicar sexo puede ser un entrenamiento
muy eficaz para fortalecer los músculos de esta zona debido a que cuando las
mujeres tienen un orgasmo se produce una contracción de los músculos del
suelo pélvico. En los hombres, mantener relaciones sexuales reduce el riesgo de de desarrollar
cáncer de próstata pues eyacular al
menos 21 veces al mes protege contra el cáncer, por lo que la
masturbación también es válida en este caso.
Mantener relaciones sexuales alivia el
estrés de muchas maneras. Por un
lado, estar cerca de la pareja relaja, reduce la
ansiedad y por otro, mientras sucede la relación sexual
liberamos un químico cerebral que acelera el centro del placer y se transmite desde cerebro. Además, el sexo aumenta la
autoestima y la
felicidad.
Se calcula que mientras se practica esta actividad, se queman unas 5
calorías por minuto, utilizamos varios músculos del cuerpo y aceleramos
nuestro ritmo cardíaco, lo que nos hace estar más sanos.
Si se tiene algún dolor, practicar sexo es la mejor manera de olvidarlo ya que según un estudio de la Universidad Estatal de Nueva
Jersey (EEUU), el orgasmo es capaz de
bloquear el dolor puesto que hace que se libere una hormona que
ayuda a elevar el umbral de dolor. El mismo estudio también resaltó que
la estimulación vaginal sin orgasmo también bloqueaba en las mujeres el
dolor de espalda, el
menstrual, la
artritis y el
dolor de cabeza. Después de un orgasmo, se libera una hormona llamada
prolactina, responsable de
la
somnolencia y la
relajación. Es por este motivo por el que tras un
encuentro sexual podemos quedarnos dormidos más rápidamente de lo
normal. Las relaciones sexuales
no solo aumentan nuestro ritmo cardíaco, sino que mantienen en
equilibrio nuestros niveles de
estrógeno y testosterona, lo que ayuda a evitar enfermedades como la
osteoporosis.